Querría poder introducir este intenso debate acerca del pensamiento de Daniel Goldhagen con la mítica frase del político social-demócrata alemán Bebel “El antisemitismo es el socialismo de los necios”.
Fird.
Héctor Linares González.
1. EL DEBATE GOLHAGEN.
Para comenzar mi exposición voy a traer a colación el llamado “debate Goldhagen”, debate al que tuve acceso a través del libro Los Alemanes, el Holocausto y la Culpa Colectiva. El debate Goldhagen, compilado y editado por un joven historiadoR, Federico Finchelstein. Dicho libro se compone de un conjunto de artículos de teóricos y historiadores importantes que discuten algunas tesis de Daniel Goldhagen presentadas en su libro Los Verdugos Voluntarios de Hitler . Daniel Goldhagen es un norteamericano judío, hijo de un sobreviviente a los campos de exterminio que escribió este libro como base para su tesis doctoral en Harvard. Lo curioso de este libro, publicado en 1996 es que tuvo una gran repercusión en el público no especializado convirtiéndose en un éxito editorial en Europa y Estados Unidos. El libro también cosechó el elogio de reconocidos intelectuales como Elie Wiesel, Simon Schama, Richard Berstein y Jürgen Habermas.. Pero paradójicamente fue rechazado por los especialistas en el Holocausto más renombrados e importantes. El libro de Goldhagen recibió críticas que iban desde un rechazo del manejo de las fuentes y la metodología utilizada por el autor hasta el rechazo específico de cada una de sus tesis. El debate es amplio y yo no puedo reseñarlo aquí ni siquiera someramente. Yo sólo me voy a acotar al debate entre Goldhagen y Browning en lo que concierne al análisis de los motivos de los perpetradores para realizar uno de los mayores crímenes contra la humanidad jamás antes realizado.
La tesis central de Goldhagen es la postulación de la existencia de un continuum antisemita específicamente alemán, un súper pogromo que comienza en el medioevo y desemboca en un “antisemitismo eliminacionista” que hace que cualquier alemán quiera matar judíos, que es intrínseco a la “cultura alemana” (es decir: expresado en los términos geertzianos que pretende utilizar el autor, sentimientos comunes que “como el aire que respiramos” eran compartidos por toda la población alemana) cuya meta era la eliminación de los judíos y que estableció un camino directo a Auschwitz. Este sentido común, esencia última de la cultura alemana, desaparece de forma casi misteriosa: luego de la derrota nazi, según Goldhagen, Alemania se convierte exitosamente en un país esencialmente democrático. A la tesis simplista y monocausal del antisemitismo eliminacionista se opuso Christopher Browning, autor de Ordinary Men.
Reserve Police Battalion 101 and the Final Solution in Poland, Browning, usando las mismas fuentes que Goldhagen presenta al final del libro una opinión más preocupante para el presente que la opinión tranquilizadora de Los Verdugos Voluntarios sobre la “otredad radical” de estos monstruos tan diferentes a “nuestra sociedad democrática”.
para Browning en cualquier sociedad moderna “la complejidad de la vida y la resultante burocratización y especialización atenúan el sentido de la responsabilidad individual de aquellos que están implementando una política oficial (...) si los hombres del batallón 101 pudieron convertirse en asesinos bajo esas circunstancias, ¿qué grupo de hombres no puede convertirse en asesinos?”
Browning sostiene en “Los verdugos voluntarios de Daniel Goldhagen” artículo publicado en la compilación de Finchelstein que hay dos hechos en los que no está en desacuerdo con Goldhagen: )la extensiva participación de numerosos alemanes comunes en el asesinato en masa de judíos;) el alto grado de voluntarismo que exhibieron (en contra del repetido argumento de la obediencia debida.
Las objeciones de Browning son contra la explicación de las motivaciones detrás de la participación y el voluntarismo de estos alemanes. O sea no acepta la tesis de la motivación por el antisemitismo letal y deontológico atribuido uniformemente por Goldhagen a los alemanes comunes: “La existencia de una pequeña minoría de no-tiradores sugiere la existencia de un grupo aún más grande de conformistas sacados de la mayoría indiferente de la sociedad alemana, que no compartían las prioridades ideológicas del régimen pero a pesar de la reticencia inicial y la falta de entusiasmo se convirtieron en asesinos”
Para Browning los factores situacionales hicieron que “hombres comunes" se hicieran asesinos de masa debido a la burocratización, el régimen totalitario, la presión de los pares, la dictadura real, etc.
La disyuntiva es la siguiente: ¿hombres corrientes traspasados por factores situacionales o alemanes comunes imbuídos de un antisemitismo culturalmente adquirido?
Browning sostiene en “Los verdugos voluntarios de Daniel Goldhagen” artículo publicado en la compilación de Finchelstein que hay dos hechos en los que no está en desacuerdo con Goldhagen: )la extensiva participación de numerosos alemanes comunes en el asesinato en masa de judíos;) el alto grado de voluntarismo que exhibieron (en contra del repetido argumento de la obediencia debida.
Las objeciones de Browning son contra la explicación de las motivaciones detrás de la participación y el voluntarismo de estos alemanes. O sea no acepta la tesis de la motivación por el antisemitismo letal y deontológico atribuido uniformemente por Goldhagen a los alemanes comunes: “La existencia de una pequeña minoría de no-tiradores sugiere la existencia de un grupo aún más grande de conformistas sacados de la mayoría indiferente de la sociedad alemana, que no compartían las prioridades ideológicas del régimen pero a pesar de la reticencia inicial y la falta de entusiasmo se convirtieron en asesinos”
Para Browning los factores situacionales hicieron que “hombres comunes" se hicieran asesinos de masa debido a la burocratización, el régimen totalitario, la presión de los pares, la dictadura real, etc.
La disyuntiva es la siguiente: ¿hombres corrientes traspasados por factores situacionales o alemanes comunes imbuídos de un antisemitismo culturalmente adquirido?
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